domingo, 4 de diciembre de 2011

El día que "Riber" se escribió con B (una historia morbosa)


Corría el 2011, el mes del cruce de la línea, el que comienza a hacer viejo el año, Junio que
entraba en su recta final, hablamos del 26 de junio del 2011 para ser exactos, que hasta antes
de este año no me recordaba ningún evento importante o simplemente no me decía mucho.

Intentando hacer algo de memoria creo que coincidía con las fechas en que 5 años atrás
disfrutaba del viaje de graduación preparatoriana en las playas de Ixtapa, cuando Argentina
dejaba fuera a México de la copa del mundo de Alemania 2006, aquella tarde donde México
jugaba como nunca pero perdía como siempre, un gol extraordinario de Maxi Rodriguez
rompió las ilusiones de 110 millones de Mexicanos incluyendo las mías. Pero esta historia
en realidad no tiene nada que ver con México, a pesar de ser uno de sus 110 millones de
habitantes si no precisamente con la Argentina.

Aquel domingo de junio amaneció nublado, al menos en la ciudad donde vivo, con un olor
a nostalgia y un tinte caótico por las lluvias recientes del temporal o por lo que se avecinaba
a miles de kilómetros de distancia. Jamás fue un domingo cualquiera, sabía claramente que
podía ser un encuentro con la historia, la historia de una de las pasiones (fútbol) más grandes de
este planeta, pasión al menos para mí y para miles de millones de seres humanos, de nuevo
podría tener una historia que se relataría muchos años adelante, por lo que estaba
ansioso de que se diera la hora del comienzo de aquel histórico River Plate vs Atlético Belgrano. Debo
apuntar que no soy aficionado del Club Atlético River Plate y mucho menos de Belgrano de
Córdoba pero para mí era imperdible la cita.

Días antes leí notas, vi los goles del partido de ida en Córdoba y también revisaba la historia de
ambos conjuntos, parecía que todo estaba preparado para un final de fabula o historia bíblica,
y así fue.

El destino había querido que el más grande de Argentina, llamados los millonarios, el más
ganador con 33 títulos se jugara su orgullo y su misma historia en una serie con el "pirata"
Cordobés que no tenia realmente absolutamente nada que perder, solo quedaban 90 minutos
y River tenía una desventaja de 2-0.

Las 15:05 en Buenos Aires y se daba el silbatazo inicial, el Club Atlético River Plate enfrentaba a
Belgrano de Córdoba por la promoción, con la misión de respaldar una historia llena de glorias
en tan solo un partido mas, para lo cual solo necesitaba ganar por el mismo marcador con el
que días antes había sucumbido. Apenas pasaron 5 minutos cuando River había
anotado el primer gol y parecía que el gigante haría valer su condición y quitaría de una vez
por todas los fantasmas de un posible descenso que lo asechaba desde hace meses.

Hablar de River Plate es hablar de la elite mundial y hablar de la posibilidad de que perdiera
la categoría por primera vez en 110 años de historia es la razón por la que estaba atento a
aquella transmisión vía internet, el morbo que me provocaba la idea de que se fuera uno tan
grande era demasiado fuerte, pero a la vez creía que River seguiría en primera.

Transcurrió la primera parte llena de equivocaciones arbitrales sobre todo a favor de Belgrano
cosa que me parecía ilógica, si alguien necesitaba ayuda ese era River pero parecía que aquella
tarde no la obtendría de ningún lado, ni divina ni terrenal.

En el entretiempo, pensaba en los 45 minutos que le restaban a Belgrano para meterse a las páginas
doradas del futbol Argentino o tal vez mundial después de ni siquiera figurar constantemente en primera división, la motivación que seguramente los hacía
doblar esfuerzos, y entre atender funciones fisiológicas y distracciones ya se jugaba la segunda
parte.

Tenía un extraño nerviosismo, nada comparado con el que iba creciendo en Núñez donde se
venía lo peor. Y fue al minuto 16 donde en una jugada accidentada en el área de River Plate (como
sus últimos 3 torneos) le daba el empate a Belgrano, un golpe tal del que no podría reponerse
mas, el marcador estaba 1-3 en lo global y River necesitaba los mismos 2 goles que al inicio
pero con escasos 30 minutos por jugarse.

No recibió ayuda divina porque aquella tarde del 26 de junio del 2011 Dios dio bastantes
señales de que es Bostero (hincha de Boca), y no podía pensar otra cosa ya que a los 24 minutos River
consumaba su descenso a la B Nacional al errar un penal cobrado por Mariano Pavone.
Pasaron los minutos y aquello que desde meses atrás se escuchaba como un lejano rumor
tomaba una fuerza tan cruel y despiadada que se hacia la más dura de las realidades para los
aficionados de River Plate.

Las imágenes de los aficionados me iban produciendo una sensación cada vez más profunda, el
llanto en la tribuna y los desmanes en ésta anunciaban que el tiempo se le había terminado al
"millo", el cronómetro marcaba 44 minutos con 35 segundos cuando se suspendió el partido, ni
siquiera lo terminó dignamente.

La minoría enardecida destruía la casa de su propio equipo, su propio santuario, la mayoría
lloraba desconsoladamente, después de unos minutos se oficializaba el descenso de River a la
B Nacional.

Me quede incrédulo y algo contagiado con las escenas de la afición de River, estaba conmovido
y a la vez algo perturbado. En esos momentos aquel morbo por ver al millonario descender
me había rebasado y me reflejaba en el sentimiento fantasmal que me asecha desde siempre:
padecer un descenso.

Recuerdo bien haber dormido por la tarde y al despertar tener clara aun la imagen de Carrizo(portero de River Plate)
llorando desconsoladamente, no me sentía bien hasta creo que tenía bastante pena.

Revisaba las noticias y el caos seguía en el monumental, leía en foros y redes sociales
comentarios de todo tipo, y en mi cabeza aun no creía que había visto a River descender. Para
la gente en general solo era un partido de fútbol, para la gente que ve el fútbol como parte de
su día a día sabía que había sido un día histórico, que uno de los más grandes a nivel mundial
había sufrido el revés mas doloroso de su historia y que no volvería a ser el mismo jamás.

Aquel 26 de junio del 2011 no lo olvidare más porque también reforzó la ilusión de que en
el fútbol nunca sabes que pasará, que los románticos del fútbol no creemos en los arreglos,
ese día más que nunca lo reafirmó, y que las historias donde el pequeño derrota al grande
suelen ocurrir, pero sobre todo no olvidare ese 26 de junio del 2011 porque fue el día donde
de nuevo el fútbol tocó mis más profundas entrañas y puso mis sentimientos a flor de piel,
al ver como hay miles y miles que visualizamos esto como algo tan esencial para vivir, que
no necesitaba ser Argentino ni hincha de River para entenderlos, que imaginaba claramente
el dolor que sentían.
Espero jamas sufrirlo en carne propia, sufrir la muerte por instantes, que se te vaya el
aliento de tu ser, que no exista nada mas, sentir el dolor incesante de verlo irse al limbo,
al lugar que lo seguirás sin dudar por el amor incondicional que le tienes, porque aquel día
histórico en el que “Riber” se escribió con “B” descubrí que para los que sentimos el fútbol de tal manera, un descenso por mas morboso que pueda ser no es algo que se le debería
de desear ni a tu peor enemigo.

1 comentario:

  1. Aprovechando el titulo de Boca del día de hoy recordé
    lo ultimo que escribí jaja...

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