viernes, 6 de enero de 2012

Sin texto

Está sentado en la cama de su cuarto, encerrado en su mente, es el año 2019, una situación extraña en las calles de aquella ciudad lo despertó; se oye música y tráfico, entre las palabras de los transeuntes alcanza a escuchar el tarareo de la canción favorita de la joven que habita en el reino de su corazón. Han pasado los años y ella sigue viva, él sigue vivo en el recuerdo, él la desea todas las noches. Pasa el tiempo y las manos sudan a la distancia, es vació inquietante, oye mujer! Siento ansiedad por tu cintura.

Los rayos del sol señalan por dentro del cuarto aquel rincón, un montón de hojas se divisan desde la cama, dibujos y palabras acomodadas de tal forma que a la distancia se lee: Love Affair.
El mundo mío, sus pasos, sus pezones, frío/calor, sus piernas, la piel suave.

Las costumbres en la calle han mejorado. Vive en la zona alta. Se siente el respiro de ella por las noches, la forma de sus labios dibujan la satisfacción del sueño, de cuando nos sentimos fuera de la rutina y el tiempo se va por el mejor ducto animico, por las venas de la naturaleza; la sangre de ella vive del color rojo, pinta sus labios, la piel suave y la misma mujer.

Se está bien desde la ventana, vuelan las personas y saludan, las aves conviven con los humanos, aquel primer respiro del día está dedicado a la salud de todos, los mercados existen y su comida se saborea en silencio, el silencio de él por la ciudad, las vueltas que da la llanta de la bicicleta van a velocidad del segundero del reloj amarrado a la muñeca de la mujer del tiempo.

Me viste llegar hace muchos años frente a ti, quedaba sentado detrás de ti, te quise amar el primer día que dijimos salud, te vi la espalda, tu cuerpo, la cadencia, tus tenis, me llené de frío, te llené de mi calor, mi saliva te mojó, se humedecieron tus piernas, el centro de esta historia libera el mayor deseo de él: ese sonido que sale del alma eres tú.

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