viernes, 6 de enero de 2012

Y al final....


Sentado simplemente, sintiendo el agobio del frío estremecer mi cuerpo, sentado sintiendo como el sol intenta calentar mi cuerpo y tú por un lado mío.... Imaginando en todo lo que fué, es y será... viendo tu rostro, acariciando tu cabello, sintiendo tu cuerpo, y el viento en nuestras caras...

En eso resuena la canción "Arráncame la vida" del maestro Agustín Lara: (8) En esta noche de frío, de duro cierzo invernal .... Arráncame la vida con el último beso de amor (8)... donde simplemente te veo y me sonríes... Me arrancas un te quiero del corazón... Que se expresa sin palabras, solo miradas.

Soñando en todo lo que podríamos vivir juntos, los lugares que podríamos visitar, las promesas que nos podríamos hacer, todos y cada uno de los momentos que podríamos vivir.

Te digo que te amo en secreto y tu me dices que eso es lo que ha sido desde el principio, aun cuando ni nos conocíamos.... sonríes y me dices de nuevo que "por muy lejos que estemos no se aleja tu esencia de mí", que estoy en su pecho todo el día.

Cumpliendo con los labores de un amor circunstancial, un amor pasajero que se lleva en lo mas profundo del corazón, un amor de esos que sabes que nunca podrá ser real, un amor que te hace explotar tus entrañas, que se disfruta desde un punto que no puedes conocer si no lo has vivido... deseando simplemente el roce de tu cuerpo con el mío, y aunque no quieras tu ni quiera yo, al final ¡ocurrirá!. Llegaremos al encuentro que tanto ansiamos... un punto donde que sin palabras, solo caricias se expresa todo, donde lentamente su cuerpo se convierte en un lienzo donde expresaré cada uno de mis sentimientos; simplemente finalizando con una explosión de sensaciones indescriptibles.

Llegar a un punto donde puedas decir que lo que vivimos fue único, que las peleas fueron divertidas, que las reconciliaciones aun mejores, que todo fue perfecto. ¡Llevar una vida llena de todo!

...

Con los ojos cerrados simplemente sonrío, intentando sentirte a mi lado, sentir tu corazón latente, tu calor, tu aroma, tus manos sobre mí.... Abro los ojos y lo único que veo, lo que pude comprender es que al final, nunca estuviste ahí.


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